Vieron lo bien que venía, no? Tan superada de finesdeaño, navidades, regalos, comidas, decoraciones y esas cosas que les estaban pasando a otros y a mi no. Bueno. Me cayó un diciembre encima pero todo junto y de golpe. No sé. Pasó así. Capaz tuvo que ver mi período justo en esas fechas, el calor insoportable del 24, la casa inundada de gente (que adoro con toda mi alma, pero fue too much!) las veinticuatro horas sin parar. Como sea. Lo padecí. Lo sigo padeciendo. Estoy en estado no apto para que me dialoguen o me miren siquiera. Debería estar sola unos días. No; no me es posible, pero gracias por sugerirlo. Suena bien. Igual, como soy una ferviente convencida de que todo está dentro de la mente y no afuera, deberé lidiar con el embrollo yo misma y sin echar a nadie.
De todos modos, si lo de abajo no fuera una tetera sino la lampara de Aladino, pediría ya mismo el cono de silencio ese que usaba el super agente 86 para poder ignorar el mundo un rato.
Y para cambiar los ánimos, los dejo con una historia de amor sincrónico.
[Esta tetera mágica divina me la regaló él para navidad. Lo más mágico es que él no suele regalarme nada. No es muy regalero en general en fechas establecidas, pero por ahí te cae con algo un 27 de octubre, ponele! Y sin embargo vio ésta en una vidriera y no lo pensó dos veces!! ]
[La estrenamos juntos con cedrón, burro e incayuyo]
[Y detrás de la tetera, mi regalo para él: una pava! Si, muy navideño lo mío, pasa que se nos había roto la otra hace un mes y estábamos usando un cacharro hediondo, asi que decidí comprar una y ponerla en el arbolito. Realmente no es la pava que tenía en mente, pero conseguir algo lindo en un pueblo de un día para otro no es muy fácil. Igual estamos chochos los dos, con los regalos sincrónicos, asi que todo bien!!]
[Los chicos, la tetera mágica y lo que no se ve: la tarta de limón más rica del mundo, receta fácil de mi tía Estela!]
