Acá llueve cada muerte de obispo

Más bien yo diría que si lloviera cada muerte de obispo, estaríamos contentos, porque ni eso!! Pero como capaz el dicho estaba confundido y se desvirtuó en algún recodo del camino de los tiempos, podría ser que fuera "cada visita de obispo".
¿Por que mi mente se embrolla en estas dialécticas historicogramaticales? Porque Clarita tiene tres remeras para el colegio. Si! Por eso! Tiene una de gimnasia, que usa los lunes, y dos de uniforme que usa dos veces cada una. En el medio se van lavando y asi funciona todo ordenadamente. Salvo. Esta semana. Clarita el miércoles se olvidó de poner la remera a lavar y siguió viaje con la otra y como ha estado haciendo hacía calor, estaban las dos bien inmundas ayer a la tarde, tipo siete y media, cuando se me paró delante mientras yo pelaba calabazas y me dijo: Mamá, mañana viene el obispo! Lo cual quiere decir en realidad: Mamá, deja ya esa calabaza, desmanchame las remeras y hace que estén secas para mañana como puedas o la Seño Monica se va  a enojar! Y eso fue lo que hice! Alrededor de las nueve terminó el lavado y decidí colgarlas afuera, porque había vientito. Y me fuí a dormir. Y ahí apareció el obispo, parece. Porque en medio de la noche cayeron catorce gotas de lluvia. Que no sirvieron para nada, pero bastaron para que yo saltara de la cama, semienpelotas, cazara mi robdecham al vuelo, mis pies encontraran cada uno la pantufla correcta (que grandes mis pies!!!) y sin prender luces volara escaleras abajo hacia la soga de la ropa, que por cierto, ya estaba seca. Cuando volví de mi periplo nocturno pasé por el teléfono y marqué 113....cinco horas, diez minutos, 48 segundos....No me dormí más! Y no llovió más. Y hoy hay un sol radiante y un viento hediondo, como siempre.
Como cierre, él dice que si la hubiera dejado colgada, hubiera llovido. Y probablemente tenga razón. Después le pregunto a la seño, seguro que ella sabe....

[Foto del obispo no tengo, todo bien, no?]