Es tan temprano.
¿De qué se puede escribir tan temprano y para colmo un lunes?
Del fin de semana, supongo. En especial de uno con feriado incluido. Lamentablemente nos pasó bastante desapercibido. Sacando que Anita tuvo acto el domingo a la mañana y que se nos ocurrió el sábado a la noche remojar maiz y porotos para hacer un locro a nuestra manera, al día siguiente, nada. Ni banderas, ni pastelitos, ni chocolate caliente, ni zambas ni chacareras. La bandera la hubiera puesto, pero no sé donde la guardé.
Patria estuvimos haciendo a nuestro modo. Invitamos a pasar el fin de semana en casa a un amigo y junto con él se dedicaron a armar una estructura base para el panel solar y para ser cerrada a modo de pequeño invernadero extra. Dentro me va a quedar el limonero que me sobrevivió la última helada tremenda del año pasado, y las ganas y deseos de poder poner otros más, y por que no, experimentar con tomates a ver si logramos una cosecha invernal.
La huerta viene tan empausada, pobre. Me dan ganas de llorar. Pero no llego. Hace como dos semanas logramos entre los dos, poner ajos. Que deberían haber sido puestos en Pascua, pero bue. Y acabo de poner habas en remojo para sembrar más tarde, porque hoy estamos en fruto/semilla según el calendario biodinámico que finalmente me pude imprimir.
El resto me sigue transcurriendo entre tejidos, budines y panes; agujas, lanas y el horno.
En un loop interminable que me esfuerzo en distraer con detalles para que mi vida no termine pareciendo El día de la Marmota nunca jamás.

¿De qué se puede escribir tan temprano y para colmo un lunes?
Del fin de semana, supongo. En especial de uno con feriado incluido. Lamentablemente nos pasó bastante desapercibido. Sacando que Anita tuvo acto el domingo a la mañana y que se nos ocurrió el sábado a la noche remojar maiz y porotos para hacer un locro a nuestra manera, al día siguiente, nada. Ni banderas, ni pastelitos, ni chocolate caliente, ni zambas ni chacareras. La bandera la hubiera puesto, pero no sé donde la guardé.
Patria estuvimos haciendo a nuestro modo. Invitamos a pasar el fin de semana en casa a un amigo y junto con él se dedicaron a armar una estructura base para el panel solar y para ser cerrada a modo de pequeño invernadero extra. Dentro me va a quedar el limonero que me sobrevivió la última helada tremenda del año pasado, y las ganas y deseos de poder poner otros más, y por que no, experimentar con tomates a ver si logramos una cosecha invernal.
La huerta viene tan empausada, pobre. Me dan ganas de llorar. Pero no llego. Hace como dos semanas logramos entre los dos, poner ajos. Que deberían haber sido puestos en Pascua, pero bue. Y acabo de poner habas en remojo para sembrar más tarde, porque hoy estamos en fruto/semilla según el calendario biodinámico que finalmente me pude imprimir.
El resto me sigue transcurriendo entre tejidos, budines y panes; agujas, lanas y el horno.
En un loop interminable que me esfuerzo en distraer con detalles para que mi vida no termine pareciendo El día de la Marmota nunca jamás.
[Habas en remojo para sembrar]
[Entramos las plantas por si hiela]
[Ajos creciendo]
[Calendario]
[Ovillando oveja]
[Panel solar y Victorio en la parte de atrás]
[Encontrar un cuenquito y transformarlo en mate. Felicidad]
