Ya casi pasa la mitad del verano, o eso me parece a mi. Las clases empiezan la última semana de febrero; el 17 tengo que presentarme en el colegio a tramitar papelerío; un poco antes, mandar a hacer el uniforme nuevo de Clara; inscripciones, matriculas, medias becas (gracias!!), útiles reciclados, obvio, pero prepararlos igual. Más un viaje (no se como) a Bs As otra vez a acompañar a Abril a instalarse en su nueva vida de ¿adulta?. Si; yo creo que ya casi pasa la mitad del verano.
Mientras tanto. Una fiebre/insolación/virus me tiene todavía tirada por los rincones, con mucho dolor de garganta, sin hambre y llena de mocos. Y sin ganas de nada.
Mi cámara de fotos se rompió. Lo buenísimo de eso es que permitió encontrar tanta generosidad y amor de parte de tanta gente que debería estar saltando en una pata de alegría.(Y sin embargo, no lo estoy).
Luisina que es muy muy buena, me prestó una cámara, vía mi hija que andaba cerca de sus pagos. Pero me falta la tarjeta de memoria, que estoy tramitando conseguir. A mi ritmo, claro. En el medio, me deprime que mi 366 se vaya armando con fotos de archivo. Pero bue....siempre fui adaptable. Y no queda otra.
Mi computadora anda cada vez peor. Con mil indicaciones (gracias!) por parte de Victoria, logré comprarme un pendrive y pasar todas las fotos que tenía archivadas, en dos viajes, a varios dvds, pensando que dejar 15,5 gb libres iba a servirme de algo. Pero parece que no. Así que acá seguimos. Pasar a comentar en los blogs amigos es toda una aventura. Leer un mail, ni hablar. Y mejor ni pienso en contestarlo; puede llevarme toda la tarde.
Bueno, en fin, mi estado general es como para deprimir a Piñón Fijo, asi que mejor la corto acá.
Unas fotos de mi 366.

Mientras tanto. Una fiebre/insolación/virus me tiene todavía tirada por los rincones, con mucho dolor de garganta, sin hambre y llena de mocos. Y sin ganas de nada.
Mi cámara de fotos se rompió. Lo buenísimo de eso es que permitió encontrar tanta generosidad y amor de parte de tanta gente que debería estar saltando en una pata de alegría.(Y sin embargo, no lo estoy).
Luisina que es muy muy buena, me prestó una cámara, vía mi hija que andaba cerca de sus pagos. Pero me falta la tarjeta de memoria, que estoy tramitando conseguir. A mi ritmo, claro. En el medio, me deprime que mi 366 se vaya armando con fotos de archivo. Pero bue....siempre fui adaptable. Y no queda otra.
Mi computadora anda cada vez peor. Con mil indicaciones (gracias!) por parte de Victoria, logré comprarme un pendrive y pasar todas las fotos que tenía archivadas, en dos viajes, a varios dvds, pensando que dejar 15,5 gb libres iba a servirme de algo. Pero parece que no. Así que acá seguimos. Pasar a comentar en los blogs amigos es toda una aventura. Leer un mail, ni hablar. Y mejor ni pienso en contestarlo; puede llevarme toda la tarde.
Bueno, en fin, mi estado general es como para deprimir a Piñón Fijo, asi que mejor la corto acá.
Unas fotos de mi 366.
