Un invierno

Cuando a finales de junio tomé la decisión de dejar en pausa el blog por un tiempo, no llevábamos un mes de invierno y aun nos estábamos acomodando a los primeros fríos.
Pasó prácticamente la estación entera hasta que pude volver a escribir.
En ese tiempo tejí sin parar, cociné miles de recetas, caminé todo lo que pude, vi series y tutorials, hice trámites, trámites y más trámites, y seguí tejiendo sin parar. Entre otras cosas.
También saqué fotos y las fui subiendo a Instagram.
Acá, un resumen de mi invierno, en fotos.

 [Disfruté de mi cotidiano lo más que pude]

 [Como cada año, compartimos montones de locros con las calabazas que nos crecieron en el jardín]

 [Me encargaron montones de mantitas abrigadoras]

 [Me inspiré con mi entorno, un poco]

 [Más mantitas]

 [Visité gente amiga de esa que siempre te hace sentir mejor persona]

 [Ordené como nunca; y sigo!]

 [Tejí, destejí, calculé, volví a calcular, empecé otra vez]

 [Cumplí 44 y necesito anteojos]

 [Salí a caminar y me encontré un florerito que reciclé inmediatamente]

 [A pesar de haber dejado el trigo, sigo amasando, para casa y para vender]

 [Más mantitas, nuevos cálculos]

 [Mis desayunos licuados, mi fuente de energía diaria]

 [Destapamos el último frasco del año, y todavía no hicimos más]

 [Fuimos a Cordoba demasiadas veces]

 [Seguí caminando]

 [Seguí tejiendo]

 [Salí por un rato de mi zona de confort y me animé a bordar un Totoro para regalar]

 [Y algunas veces decidí hacerle caso a Marina, y puse linda mi mesa!]