Pero lo cierto es que no. Si me hubiera traído el río, estaría acá sin dudas, bien presente, porque a la fuerza del agua no hay quien se le oponga. Y yo en cambio estoy desde hace dos meses ya casi, dando vueltas entre relajada y culposa, tratando de escribir algo en este blog, y a pesar de todo lo tanto que nos pasó, sobre todo estos últimos días, sigo sin poder.
Bajo la música, la subo, la vuelvo a bajar.
Me hago el mate, me lo olvido, hiervo el agua, se enfría.
Me salva el lavarropas, que termina el lavado y me da una excusa contundente para levantarme y dejar de pensar.
Pero no dejo de pensar, al contrario. Los pensamientos, las ideas, las palabritas, todos a la vez; dos meses de acumulación, de redactar casi dormida en mi mente lo que después nunca escribí. Todo ahí, conmigo, me acompaña con la palangana hasta la soga y casi que junto a la ropa también cuelgo frases con los broches de colores, dadas vueltas, para que no las destiña el sol, que al fin salió.
Desde mi cama, cada noche, por la ventana abierta, se escucha el río. Un río distinto, con aguas que encontraron un cauce nuevo para transitar, y se llevaron a su paso todo lo que había, que en nuestro caso, no mio, si no mio y de mis vecinos, no fue grave. Por grave quiero decir gravísimo, como los que perdieron casa, autos, trabajo, o la vida. Nuestro río se llevó paisaje, corrales, árboles enteros, un vado y la posibilidad de cruzar. Nos dejó piedras impresionantes, pedazos de troncos que todos ya estamos codiciando para el invierno, gallinas refugiadas en los árboles y un asombro que no se nos va.
Varias veces por día dejo lo que sea que esté haciendo y camino los metros que me separan de lo que antes era el cruce del río. Necesito verlo más. Necesito saber que sigue ahí. Mi río seco que ahora trae tanta agua.
Me quedo un ratito, parada, mirando, tratando de creerlo.
Cuando vuelvo, siempre algo me traigo; una rama, una piedra, una charla con los vecinos. Un motivo para empezar a escribir.
[Un paisaje nuevo]
[Vado de Relinchos. Por acá se cruza al otro lado, donde vive gente que en este momento solo puede acceder a su casa a pie o a caballo.]
[Lo que se ve de río en esta foto era el jardín de una casa que no debería haberse construido tan cerca del río. Pero ese, claro, es otro tema.]
Qué pena me da lo que están pasando! Una impotencia tremenda, porque contra la naturaleza, nada se puede! Un beso para vos y todos tus vecinos
ResponderEliminarGracias! Por suerte acá los daños fueron bastante mínimos. La naturaleza requiere mucho respeto!! besoss
EliminarCuando veo las imágenes, tengo dos sensaciones. Por un lado, la desolación de lo inevitable, el sufrimiento por los afectados, y por el otro, la fascinación de las fuerzas de la naturaleza, la belleza de lo terrible. Me pasa viendo una erupción, un río desbocado, un tsunami, un huracán...los incendios descontrolados que están arrasando los bosques patagónicos...
ResponderEliminarTe mando un abrazo desde donde estoy. Qué bueno que volviste a escribir
A mi me pasa igual Nené. Gracias, besos!!
EliminarTerribles imagenes. Lo de la casa es un problema con varias facetas, entre ellas, codicia y corrupcion.
ResponderEliminarMe quedé pensando en las gallinas asustadas en las ramas.
Y pensá que estas imágenes no son nada en comparación con los desastres que hizo el agua en otros lados!!!! besos!!
EliminarQue lindo volverte a leer, paradojicamente, acá en toda la patagonia, está faltando el agua que allá sobra, seguro que el planeta ya no sabe cómo hacernos entender lo mal que lo estamos haciendo..... acá todos los días veo fotos de un nuevo foco y allí un pedazo de bosque menos.... un garron, una tristeza que dan ganas de llorar... Las imágenes hablan por si solas, las de un río abriendose paso por donde quiere, la de los bosques dejando solo cenizas.... un garrón, pero lindo volver a leerte, lindo cómo lo haces!!!!! Lu de Bolsón
ResponderEliminarSi, es un especie de equilibrio desequilibrado. O capaz equilibra cosas que nosotros no entendemos, solo padecemos. Hay que cuidar todo mucho! besoss
EliminarAy Lu, estos días no dejé de pensar en vos y por una cosa u otra no te pregunté como andabas.
ResponderEliminarTriste pero tan bien escrito este post que me imaginé a las gallinas en los árboles y los troncos codiciados.
Estamos haciendo todo mal y cada vez peor....
Besote,
M
Yo creo que estamos haciendo muchas cosas bien, con amor. Va de a poco, pero va!!! Te mando beso grande!!!
EliminarQue bien que relatas estos sucesos, espero que el río encuentre sus cauce, que siga trabajando el paisaje sin tanta violencia. Y nada que tomamos conciencia de no talar arboles, de cuidar y respetar le ritmo de la pacha mama.
ResponderEliminarElla sigue su proyecto y somos impotentes. Me alegro volverte a leer.
Clarisimo! Gracias, saludos!
EliminarQue decirte... la naturaleza es tan contundente, y vos sin embargo encontrás bellas palabras para compartirnos algo de lo que están viviendo. Me alegro uds estén bien y ojalá dure el sol. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias!! estamos con sol!! besos!!
EliminarPuff la fuerza del agua, qué tremenda e inevitable. Qué fuertes tus fotos y lo que contás. Me quedé sin aire al terminar la entrada.
ResponderEliminarMás allá de las circunstancias, qué bueno que volviste.
Beso
Gracias!! muchos besos!
Eliminarufff! fuerte e inevitable... espero que venga la calma al agua y al fuego :-(
ResponderEliminarEsperemos un buen tiempo de calma para todos! besos!
EliminarMuy triste... tus palabras me dan una sensacion de opresion en el pecho....un abrazo fuerte, Lu!
ResponderEliminarfue duro ver tanta gente desesperada, acá con el agua, en el sur con el fuego...nosotros estuvimos bien, fue más bien algo increible de ver que no produjo mayores daños, salvo a un vecino. esperemos que todo mejore. Besos
EliminarImpresiona la fuerza de la naturaleza, nos hace sentir chiquititos.
ResponderEliminarMe alegro mucho que retomaste el blogm me gusta leerte describís con mucha poesía situaciones cotidiana que transitamos todas las mujeres.
Feliz dia!! Patricia
Gracias Patricia! besos!
EliminarImpresiona la fuerza de la naturaleza, te hace sentir chiquitito.
ResponderEliminarMe alegra que retomaste el blog, te leo siempre, describís con mucha poesía situaciones cotidianas que vivimos las mujeres.
Feliz día!! Patricia
Hola como estas? Casi puedo decir que te leí enterita, estos días estuve adicta a tus palabras quizás porque estoy atravesando una especie de crisis existencial y leerte me hace creer que puedo encontrar otra vez el camino. Estuve tratando de leer "tu historia", cómo terminaste casada con un anglo cordobés y viviendo allí, te confieso soy extremadamente curiosa...quería saber como hiciste el click( quizás buscando en las historias de los otros el camino para encontrar lo que estoy buscando...) Espero ansiosamente tu nuevo post y espero que el agua haya parado por allí...besos
ResponderEliminarHola!! Bueno, gracias por leerme toda!!! No sé si hice un click, o muchos clicks la verdad! Por lo menos no muy concientemente!! Espero que encuentres lo que buscas, saludos!!
EliminarQue bueno leerte de nuevo y saber que en tu caso la cosa no fue grave... . La naturaleza nos está haciendo saber a gritos las pifiadas que nos mandamos.... . Muchos cariños!
ResponderEliminarGracias!! Si, hay que cuidarla mucho para compensar y también confiar un poco más!!! Besos
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